La construcción verde es una práctica que busca crear edificios y estructuras eficientes en el uso de recursos, respetuosos con el medio ambiente y saludables para sus ocupantes. Este enfoque abarca todo el ciclo de vida de la construcción, desde el diseño y la selección de materiales hasta la construcción, operación y eventual demolición. Se centra en reducir el impacto ambiental, optimizar el consumo energético y mejorar la calidad de vida de los usuarios mediante el uso de tecnologías y métodos sostenibles.

La sostenibilidad es crucial porque garantiza la satisfacción de nuestras necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas. En la construcción, esto significa reducir el impacto ambiental, conservar recursos naturales y crear espacios más saludables y eficientes. La sostenibilidad no solo protege el medio ambiente, sino que también puede reducir costos operativos a largo plazo y mejorar la calidad de vida, contribuyendo a un futuro más equilibrado y resiliente.

Las energías renovables son fuentes de energía que se obtienen de recursos naturales inagotables o que se regeneran naturalmente. Incluyen la energía solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica y biomasa. Estas fuentes de energía son limpias, producen mínimas emisiones de gases de efecto invernadero y reducen la dependencia de combustibles fósiles. En la construcción sostenible, la integración de energías renovables es fundamental para disminuir la huella de carbono y crear edificios más autosuficientes y respetuosos con el medio ambiente.

Una vivienda sostenible es aquella diseñada y construida para minimizar su impacto ambiental y maximizar la eficiencia en el uso de recursos. Incorpora materiales ecológicos, sistemas de energía renovable, dispositivos de ahorro de agua y técnicas de aislamiento eficientes. Estas viviendas priorizan la salud y el confort de sus ocupantes, optimizan el uso de la luz natural y la ventilación, y se adaptan al entorno local. El objetivo es reducir el consumo energético, las emisiones de CO2 y los costos de mantenimiento a largo plazo.

Los materiales sostenibles son aquellos que tienen un bajo impacto ambiental durante todo su ciclo de vida, desde su extracción o fabricación hasta su disposición final. Estos materiales suelen ser reciclados, reciclables, biodegradables o de origen renovable. En la construcción, incluyen materiales como madera certificada, bambú, corcho, hormigón reciclado, vidrio reciclado y pinturas ecológicas. Se caracterizan por su durabilidad, eficiencia energética y baja huella de carbono, contribuyendo a edificaciones más respetuosas con el medio ambiente.

El transporte sostenible en una obra se refiere a las prácticas y métodos que reducen el impacto ambiental del movimiento de materiales, equipos y personal. Esto incluye la optimización de rutas, el uso de vehículos de bajas emisiones o eléctricos, la implementación de sistemas de compartir vehículos y la priorización de proveedores locales. También abarca la planificación eficiente de entregas para minimizar viajes, el uso de combustibles alternativos y la promoción del transporte público o bicicletas para los trabajadores, reduciendo así la huella de carbono de la construcción.

La eficiencia energética en una obra se refiere a la implementación de prácticas y tecnologías que optimizan el uso de energía durante el proceso de construcción y en el funcionamiento posterior del edificio. Esto incluye el uso de equipos de bajo consumo, iluminación LED, sistemas de aislamiento avanzados y la instalación de tecnologías inteligentes para el control del consumo energético. También abarca el diseño bioclimático, aprovechando la luz natural y la ventilación, y la incorporación de sistemas de energía renovable para reducir la dependencia de fuentes no sostenibles.

La arquitectura sostenible es un enfoque de diseño y construcción que busca minimizar el impacto ambiental de los edificios mientras maximiza su eficiencia y habitabilidad. Este concepto integra consideraciones ecológicas en cada fase del proyecto, desde la planificación hasta la construcción y el mantenimiento. Utiliza materiales sostenibles, técnicas de ahorro energético, sistemas de gestión de agua eficientes y diseños que se adaptan al entorno natural. El objetivo es crear espacios que sean respetuosos con el medio ambiente, saludables para los ocupantes y económicamente viables a largo plazo.

El urbanismo sostenible es un enfoque de planificación y desarrollo urbano que busca crear ciudades más habitables, eficientes y respetuosas con el medio ambiente. Se centra en diseñar espacios urbanos que promuevan la calidad de vida, la cohesión social y la conservación de recursos naturales. Esto incluye la creación de áreas verdes, el fomento del transporte público y la movilidad sostenible, la gestión eficiente de residuos y agua, y el desarrollo de comunidades compactas y de uso mixto que reduzcan la necesidad de desplazamientos largos.

Una autarquía, en el contexto de la construcción sostenible, es un sistema o edificación diseñado para ser autosuficiente en términos de energía, agua y recursos. Este concepto busca minimizar la dependencia de redes externas mediante la integración de tecnologías de energía renovable, sistemas de recolección y tratamiento de agua, y prácticas de gestión de residuos in situ. La autarquía en la construcción apunta a crear espacios que puedan funcionar de manera independiente, reduciendo su huella ecológica y aumentando su resiliencia frente a desafíos externos.

El certificado LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) es un sistema de evaluación y certificación internacional para edificios sostenibles, desarrollado por el U.S. Green Building Council. Este programa valora diversos aspectos de la construcción y operación de edificios, incluyendo eficiencia energética, uso de materiales sostenibles, gestión del agua, calidad del ambiente interior y ubicación. LEED ofrece diferentes niveles de certificación (Certificado, Plata, Oro y Platino) basados en puntos obtenidos, reconociendo así el compromiso con la construcción verde y prácticas sostenibles.

BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Method) es un método de evaluación y certificación de sostenibilidad para proyectos de construcción, desarrollado en el Reino Unido. Este sistema evalúa el rendimiento ambiental de edificios en áreas como energía, agua, materiales, residuos, contaminación, transporte, salud y bienestar. BREEAM asigna puntuaciones en estas categorías y otorga una calificación final que va desde Aprobado hasta Sobresaliente. Es ampliamente reconocido a nivel internacional como un estándar de mejores prácticas en diseño sostenible y se ha convertido en una referencia para medir la sostenibilidad en la construcción.

La huella de carbono es una medida del impacto total de las emisiones de gases de efecto invernadero causadas directa o indirectamente por una actividad, producto o entidad. En la construcción, abarca las emisiones generadas durante la extracción y producción de materiales, el transporte, la construcción, el uso y mantenimiento del edificio, y su eventual demolición. Calcular la huella de carbono ayuda a identificar áreas de mejora y a implementar estrategias para reducir las emisiones, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático y a la construcción de edificios más sostenibles.